El arte y la decoración han estado ligados uno al otro desde la aparición de ambos conceptos hace miles de años y se han desarrollado de la mano, complementándose a lo largo de la historia. La pintura es uno de los elementos más primitivos de la decoración, se remonta a la esencia misma del ser humano y fue utilizada para decorar cuevas, miles de años antes de que existiera el concepto de diseño.
Por eso hablar de pinturas decorativas para el hogar es mucho más que hablar de retratos y bodegones. Murales, pinturas abstractas, collages o representaciones descriptivas son elementos decorativos usados desde tiempos inmemoriales que aportan a nuestro hogar personalidad y vida.
Las pinturas abren ventanas desde donde admirar reflejos y proyecciones de nosotros mismos, sintetizando de esta manera el carácter que destila un espacio que hemos creado para nosotros mismos, donde nos sentimos cómodos, seguros y libres para ser quien deseamos